• Gracias a los votos a favor de los/as senadores/as Pérez, Quintero y Pizarro se aprobó la inclusión de niñ@s y adolescentes al proyecto de Ley de Identidad de Género, lo que les dará la posibilidad de acceder al cambio de sexo y nombre registral.

 

Pasado el mediodía comenzó en Valparaíso una nueva sesión de la Comisión de DDHH del Senado, donde se discute el proyecto de Ley de Identidad de Género (LIG) que busca que las personas trans puedan adecuar sus documentos de identidad permitiendo cambiar su nombre registral por el correspondiente a su vivencia de género.

Durante la jornada se anunció que el presidente de la Democracia Cristiana, Jorge Pizarro, tomaría el lugar de su compañero de partido, el senador Manuel Antonio Matta en la comisión. Con la inclusión de Pizarro y los votos de Lily Pérez (Amplitud) y Rabindranath Quinteros (PS) se logró por tres votos contra dos la aprobación del artículo 7 del proyecto, que entrega la posibilidad a los/as niños/as y adolescente de acceder a un cambio de sexo y de nombre registral.

“Gracias a esta decisión, niñas como Andy no podrán seguir siendo discriminadas por sus colegios. Niñas como Selena, que ha pasado por siete colegios distintos a sus seis años podrán conseguir estabilidad, ya que logrará adecuar sus documentos de identidad», dijo el presidente ejecutivo de Fundación Iguales, Luis Larrain.

Para Daniela Santana, directora legislativa de la fundación, “el que la comisión de DDHH del Senado haya votado incluir niños, niñas y adolescentes en la LIG es un gran paso en pos del respeto de las identidades trans. Con esto se reconoce la autonomía progresiva que éstos detentan, su interés superior y el derecho a ser oídos/as”.

En esta materia, la senadora UDI Jacqueline Van Rysselberghe y el senador RN Manuel José Ossandón votaron en contra de la inclusión de niños, niñas y adolescentes.

Además, en la jornada de este miércoles la comisión votó a favor de que los/as niños/as y adolescentes puedan rectificar por una vez su nombre y sexo registral luego de cumplir los 18 años y que los tribunales no podrá pedir exámenes médicos y sicológicos a una persona para cambiar su nombre y sexo registral.