Señor director,

Una vez más Sebastián Piñera anuncia que se opone a la igualdad de derechos de la diversidad sexual. En esta ocasión, sumado a su rechazo al matrimonio igualitario, rechaza la adopción por parte de parejas del mismo sexo –pese a haber dicho lo contrario dos semanas atrás-, argumentando que lo mejor para los niños y niñas es tener un padre y una madre.

Esta afirmación se contradice no solo con la realidad que vive el país, donde tanto parejas del mismo sexo como padres y madres solteras sacan adelante exitosamente a sus hijos, sino también desde una perspectiva científica. Desde 1989 existen estudios sobre las capacidades parentales de gays y lesbianas, que señalan que tenemos las mismas capacidades de crear apegos seguros, ejercer autoridad y entregar amor que las familias heterosexuales. Lo mismo ha señalado la Asociación Americana de Psicología, la Academia de Pediatría de Estados Unidos y el Colegio de Psicólogos de Chile. En el mismo sentido se manifestó la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el Fallo Atala, señalando que el interés superior de niños y niñas no puede basarse en prejuicios o estereotipos sobre la orientación sexual de sus padres o madres.

Lamentamos que el expresidente Piñera proponga al país políticas públicas fundadas en el prejuicio, y no en la evidencia. Lamentamos también el giro conservador de esta candidatura suya, recordando que cuando ganó la elección presidencial de 2009, el expresidente tenía una propuesta concreta para la diversidad sexual, que tampoco cumplió. En este sentido, emplazamos a los dirigentes de Chile Vamos que apoyan las demandas de la diversidad sexual a pronunciarse, y no dejar pasar esta nueva ofensiva contra la igualdad de derechos de ciudadanos y ciudadanas.

Juan Enrique Pi

Presidente Ejecutivo

Fundación Iguales

 

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