Beijing, 25 de abril de 2019. En el marco de su gira a China, y en las afueras de la Universidad de Tsinghua, el presidente Sebastián Piñera sostuvo una conferencia de prensa flanqueado por políticos y empresarios que lo acompañaron en su viaje. Además de las controvertidas declaraciones que dio Piñera sobre el régimen comunista chino, algo más sobresalió en dicha escena: salvo la senadora Ena von Baer, todos quienes acompañaron al jefe de Estado eran hombres, de la misma generación y seguramente pertenecientes al mismo segmento socioeconómico.

En una gira con un perfil de negocios, que buscaba atraer inversionistas asiáticos a nuestro país, la imagen dice mucho de un proyecto –hablando en términos empresariales– llamado Chile. ¿Cuán diversa es esta “empresa” que queremos vender como un lugar atractivo para inversión a los chinos? Si nos quedamos con esa fotografía, la respuesta es clara.

Las empresas o proyectos pueden tener múltiples razones para contratar y promover distintos tipos de fuerza de trabajo. Un crisol conformado por tonos de piel, géneros, discapacidades, edades y orientaciones sexuales pueden verse bien en los anuncios publicitarios y ser de gusto de las redes sociales, ávidas por celebrar todo esfuerzo que “rompa el molde”. Pero la diversidad es importante más allá del marketing: una organización con un equipo diverso tiende a ser más innovadora y exitosa. Hay un real caso de negocio para la diversidad y estudios para refrendarlo hay varios.

Uno de los más recientes –Las políticas corporativas pro diversidad mejoran la innovación– (Roger Mayer, Jing Zhao y Richard S. Warr; 2018) analizó a 3.000 empresas que cotizan en bolsa en Estados Unidos. En el periodo comprendido entre 2001 y 2014 y aplicando nueve criterios, tales como la existencia de mujeres en puestos directivos; la promoción o ascensos igualitarios a personas de color, o la inclusión de trabajadores gays, lesbianas o trans, entre otros; la muestra arrojó un resultado similar al que otras consultoras de renombre internacional ya han anunciado: mientras más robustas sean las políticas de diversidad e inclusión de una empresa, más innovadora parece ser esa compañía.

¿Cómo logran esa innovación? Al tener equipos más variados, más diversos son los intereses y experiencias que tienen esos trabajadores. Esos equipos entienden mejor las preferencias de los clientes y entregan mejores soluciones a los problemas que plantea el consumidor. Una apuesta rentable para quien esté buscando depositar su inversión.

¿Cómo lo está haciendo Chile en esta materia? La foto en China es un reflejo de lo que ocurre en los directorios y gerencias de nuestras compañías: mientras la diversidad se entrelaza y permea en cada capa de nuestra sociedad, nuestros lugares de trabajo siguen siendo los mismos de siempre, a pesar de la creciente variedad de talentos que tenemos en nuestra fuerza laboral. Es hora de cambiar la foto.

 

 

Emilio Maldonado

Coordinador red Pride Connection Chile

Lee esta columna en La Tercera.