Cinco años y tres meses tardó el proyecto de ley de identidad de género en ser despachado de la comisión mixta. Ahora, la iniciativa debe ser votada en ambas cámaras antes de que sea promulgada, y se convierta en Ley de la República.

 

Esta tarde y después de cinco años y tres meses —ingresó el 7 de mayo de 2013— el proyecto de ley de identidad de género fue despachado de la comisión mixta, por lo que está un paso más cerca de convertirse en ley.

 

Durante esta jornada, que se extendió por más de cinco horas, la comisión votó artículos como el plazo para la entrada en vigencia, que estableció que ésta entrará en vigencia cuatro meses después de que publique el último reglamento; el tipo de procedimiento al que accederán niños y niñas menores de 14, en el que se fijó que siempre deberán asistir al Tribunal de Familia acompañados por sus padres o representantes, para poder realizar su cambio de nombre y de sexo registral, los programas de acompañamiento a los que podrán acceder niños, niñas, adolescentes y sus familia, además de la obligación de un trato digno y la prohibición de discriminación, entre otros.

 

La directora jurídica de Fundación Iguales, Jimena Lizama, explicó que “es un tremendo avance que el proyecto después de más de 5 años haya sido despachado. Sin duda este tiene varios puntos que son perfectibles, como por ejemplo que las personas mayores de edad puedan acudir al registro civil sin testigos, sin embargo, el Estado está cada vez más cerca de saldar una de sus deudas con la comunidad trans, esto es, reconocer su derecho a la identidad de género”.

 

¿Qué viene ahora?

 

Ahora que el proyecto fue despachado de la comisión mixta, es necesario que sea puesto en tabla, para ser votado en ambas salas del Congreso —la de la Cámara y la del Senado—. Una vez que eso suceda, el texto será enviado al Presidente, Sebastián Piñera, quien tiene plazo de 30 días para aprobar o rechazar la iniciativa. Si no hace observaciones en ese periodo, se entiende la ley por aprobada y ésta puede ser promulgada, para luego ser publicada en el Diario Oficial y, en el plazo convenido, entrar en vigencia.