Pese a que el Gobierno anunció que la iniciativa no considerará órdenes de prelación para evitar las discriminaciones arbitrarias, el proyecto contempla tres criterios a los que debe ajustarse el juez, dentro de los cuales está el que se asegure un ambiente familiar “con una figura maternal y paternal”, lo que excluiría a parejas compuestas por personas del mismo sexo y personas solteras.

 

Durante esta jornada se dio a conocer los criterios que el Gobierno dispondrá en la indicación mediante la cual busca reformar la Ley de Adopciones. Si bien el Ejecutivo anunció que no habrían discriminaciones arbitrarias y que se eliminaría el orden de prelación que actualmente está compuesto por las parejas chilenas casadas, las extranjeras casadas, las personas solteras, viudas y/o separadas  la modificación considera un criterio que excluiría a las parejas compuestas por personas del mismo sexo.

 

Esto, porque además de velar por el interés superior del niño al momento de optar por los adoptantes y procurar que éste pueda contar con un “desarrollo material y espiritual”, se establece que se debe asegurar un ambiente familiar “con una figura maternal y paternal”, lo que excluiría a las familias compuestas por parejas compuestas por personas del mismo sexo y a las personas solteras, viudas o divorciadas.

 

Bajo estas condiciones es que Fundación Iguales calificó como inaceptable la postura del Gobierno, por impulsar una iniciativa con letra chica y donde sí se establece un orden de prelación.  «El proyecto de ley de adopción viene con letra chica. El Ejecutivo dice por un lado que elimina los órdenes de prelación, pero a renglón seguido, dice que se privilegiarán las parejas heterosexuales por sobre las familias compuestas por parejas del mismo sexo. Eso es, precisamente, un orden de prelación que no pone en primer lugar la idoneidad de las familias, sino su composición. Llamamos al Congreso a rechazar esta indicación», dijo el presidente ejecutivo de Iguales, Juan Enrique Pi.