El Senado decidió que el proyecto vuelva por tercera vez a la Comisión de Derechos Humanos para un decimotercer periodo de indicaciones.

Esta tarde el proyecto de Ley de Identidad de Género debería haber sido votado y despachado por el Senado para comenzar su segundo trámite en la Cámara de Diputados. Esto significa que los/as senadores/as debían votar el texto del proyecto para poder continuar su tramitación.

Sin embargo, los/as parlamentarios/as decidieron devolverlo a la Comisión de Derechos Humanos –desde donde fue despachada el cinco de octubre pasado– para un decimotercer periodo de indicaciones que terminará el 21 de noviembre, por lo que recién se volvería a discutir en diciembre.

Durante los tres años y medio que el proyecto ha estado en el Congreso se ha despachado tres veces, ha vuelto a la comisión en tres ocasiones más y ha tenido 13 periodos de indicaciones y discusión, lo que a juicio de Fundación Iguales es una dilación innecesaria de una iniciativa que busca que las personas trans puedan adecuar sus documentos de identidad.

«Es inaceptable e injustificable que este proyecto vuelva una vez más a la Comisión de DDHH, para que se discutan nuevamente los mismos temas una y otra vez. Esto demuestra que no hay una real voluntad política para que este proyecto se convierta en ley», dijo la directora jurídica de Iguales, Jimena Lizama.

El presidente ejecutivo de Iguales, Luis Larrain agrego que «este proyecto ha sido una vergüenza. Fue comprometido en campaña pero luego ha sido una gran dilación permanente. Los senadores han revisado una y otra vez los mismos temas y ahora quieren verlo todo de nuevo por cuarta vez. La senadora Van Rysselberghe va a volver a presentar las indicaciones que se han rechazado tres veces. Y esto es posible porque el Ejecutivo bajó la urgencia de discusión inmediata a urgencia simple. Entonces hay dos alternativas: o la peor coordinación política de la historia entre Ejecutivo y Legislativo, o un esfuerzo concertado entre ambos para chutear el proyecto».