Uno de los principales desafíos de las mujeres de las organizaciones lésbicas, gays, bisexuales y trans (LGBT) ha sido instalarse como interlocutoras válidas. Herederas de siglos de segregación hacia las mujeres, lesbianas y bisexuales hemos sido relegadas también en los discursos y demandas de la diversidad sexual. En respuesta a esto, por segundo año consecutivo en Chile se celebra el día de la visibilidad lésbica.

¿Qué es y para qué sirve la visibilidad lésbica? ¿Por qué es importante que las mujeres abiertamente bisexuales y lesbianas formemos parte de manera más protagónica del campo de lo público? La respuesta es simple: la invisibilidad es la antesala de la exclusión y de la violencia.

Instalar referentes lésbicos y bisexuales positivos busca derribar estereotipos y prejuicios. Hace que nuestras vidas sean menos propensas a brutalidades como las que terminaron con las vidas de Mónica Briones en 1984 y la de Nicole Saavedra hace menos de dos semanas.

La visibilidad busca resignificar el espacio que ocupamos en la sociedad, enviando un mensaje fuerte y claro: las mujeres debemos ser dueñas de nuestros cuerpos y nuestras vidas. Es una verdadera vergüenza que éste aún sea un mensaje transgresor y urgente, que sea tan necesario instalarlo en escuelas y hogares, que permanezcamos impávidos ante la producción y reproducción del miedo a ser lesbianas o bisexuales que prospera a través de generaciones de mujeres y niñas.

 

Isabel Amor

Directora de formación y activismo

Fundación Iguales

 

Leer carta en El Mercurio.